Todos tenemos en nuestra mente la imagen del gran “Cañón de Colorado” que se encuentra en tierra, pero bajo el mar podemos encontrar estructuras geológicas iguales a este.

Se trata de los cañones submarinos, son valles en el fondo del mar con cabeceras en la plataforma continental y que se extienden por el talud continental.

Ecosistemas llenos de vida

Estas estructuras cumplen un importante papel canalizando, a modo de «ríos subterráneos», la materia orgánica y nutrientes de la superficie terrestre hacia la llanura abisal. Lo que los convierte en “hot-spots”, es decir, puntos de máxima biodiversidad, desarrollándose en su interior una de las comunidades marinas de más alta diversidad del mar Mediterráneo. 

La elevada concentración de nutrientes que se da en estos ambientes favorece el desarrollo de densas poblaciones de fitoplancton, que se convertirán en el alimento que sustentará el resto de la red trófica.

La alta productividad biológica de los cañones submarinos, supone que sea un área que permite la conectividad, por ello, numerosas especies encuentran los cañones como áreas de alimentación, reproducción o paso migratorio, siendo zonas de reclutamiento y refugio de muchas especies, de provisión de oxígeno y alimentos, zonas donde se exporta carbono a ecosistemas adyacentes y donde se mantiene de la calidad del agua.

Figura 1. Estructura geológica de un cañón  submarino.  Fuente: AminoCiencia

Cañones del Mediterráneo

En el Mediterráneo encontramos varias de estas estructuras geológicas. 

Los cañones submarinos de Cap de Creus y Lacaze-Duthiers pertenecen al sistema de cañones submarinos occidentales del Golfo de León. Ambos cañones están sometidos a un mismo régimen hidrodinámico. Estas aguas cargadas de nutrientes afectan a ambos cañones gracias a los procesos sedimentarios, desarrollando en su interior una de las comunidades marinas de más alta diversidad del mar Mediterráneo. 

Presenta una gran variedad de ecosistemas en un área relativamente reducida, se encuentran numerosos ecosistemas litorales, ecosistemas de plataforma talud y comunidades de cañones submarinos. Actualmente, se encuentran censadas 1740 especies. Esta gran variedad de biodiversidad tiene una explicación, y es la presencia de plancton en abundancia, y lo demuestra la elevada concentración de krill (mayoritariamente Nyctiphanes couchii) en el mismo cañón, que es fuente de alimentación preferencial de muchos peces y cetáceos. 

Según estudios del MÍTICO, en las paredes sur de ambos cañones, se han encontrado unas de las comunidades de corales de aguas frías mejor conservadas del Mediterráneo.

Figura 2. Comunidad bentónica dominada por Coral blanc (Madrepora oculata) en el cañón submarino de ‘Cap de Creus’.  Fuente:CSIC

Por otro lado, encontramos el cañón submarino de Blanes, uno de los más destacados en el Mediterráneo. Gracias a un proyecto de ICM-CSIC realizado en 2017 sobre los efectos de la pesca de arrastre en fondos marinos profundos, se han encontrado con que es un ecosistema lleno de vida, que da refugio a peces, crustáceos juveniles y numerosas especies de coral y gorgonias, algunas de ellas protegidas y en peligro de extinción. 

La morfología del cañón se compone por un gran número de fallas y fracturas lo que ayuda a generar ambientes propicios para enclaves de comunidades de coral. 

Hay zonas dominadas por corales formando arrecifes, como Lophelia pertusa, otras zonas por gorgonias, como la Callagorgia verticillata o Muriceides lepida. Pero lo que realmente sorprende es la presencia de colonias muy grandes de Leiopathes glaberrima, de más de 2 metros de altura, lo que podría indicar que son individuos de más de 1000 años, ya que el coral negro crece a un ritmo muy lento, una fracción de milímetro por año.

Figura 3: Una pared del cañón de Blanes cubierta de Coral.  Font: ICM/CSIC

Y para acabar, nos situamos en la costa del Garraf, la cual cuenta con dos cañones submarinos, el de Foix, entre Vilanova y la Geltrú y Sitges, y el de Cunit-Cubelles

Durante los meses de febrero a junio es habitual la presencia del Rorcual común (Balaenoptera physalus) en las costas catalanas. El Rorcual común es una ballena pelágica filtradora que se alimenta principalmente de krill. 

Según el proyecto Rorcual de EDMAKTUB del 2022, la presencia del Rorcual en las costas catalanas los meses de primavera es con motivo de alimentarse. Los meses de marzo y abril las ballenas se concentran más en las zonas de 50 a 200 metros de profundidad, en las bocas de los cañones submarinos. Como ya hemos dicho, estos son un flujo de nutrientes que las hace muy productivas, siendo así zonas ricas en alimento para el Rorcual

Una problemática importante es la superposición entre las rutas mercantiles marinas y las zonas de alimentación de las ballenas, como son los cañones submarinos.

Figura 4.  Rorcual común. Fuente: Club Náutico Vilanova

Bibliografía