La oceanografía es la ciencia que estudia los mares y océanos en aspectos tanto físicos como químicos, biológicos y geológicos. No fue hasta 1584, sin embargo, que se empezó a utilizar este término. El ser humano siempre ha tenido una relación estrecha con mares y océanos, sea como fuente de alimento o como medio de transporte, pero también para investigarlo y conocerlo. La primera expedición organizada específicamente para la recogida de datos fue en el año 1872, en que se hizo un descubrimiento muy importante, encontrar el punto más profundo del océano: la Fosa de las Marianas.

¿Qué papel juegan las mujeres?

Como ocurre con la mayoría de las ciencias, los nombres más conocidos son de hombres. Seguramente a todos nos suena James Cook y su expedición por el Océano Pacífico, la cual permitió hacer la primera cartografía del Pacífico sur. También nos suena Charles Darwin, el cual formó parte de una expedición con la Marina Real Británica, en la que recogió muestras y observaciones claves para que estableciera la teoría de la evolución basada en la selección natural. Pero, ¡las mujeres también forman parte de grandes descubrimientos e investigaciones de la oceanografía! En el momento en que empiezan a surgir mujeres interesadas en la investigación de los océanos no lo tienen fácil.  En el siglo XVIII, las mujeres no tenían permitido embarcar en barcos, a menos que fueran acompañadas de su marido o algún científico.

Proyecto «Oceánicas: la mujer y la oceanografía»

Gracias al proyecto «Oceánicas: la mujer y la oceanografía» del IEO y el CSIC, se ha podido dar a conocer la historia de muchas mujeres «oceánicas». Con este proyecto se busca divulgar el trabajo de científicas dedicadas al estudio de los océanos y dar a conocer su vida y obra, dando así un impulso a estudiar ciencia a aquellas mujeres y niñas apasionadas por el mar.

Desde Anèl·lides, buscamos siempre la inclusión laboral de la mujer en el mundo marino, desde un trato igualitario frente a las desigualdades de género. Por ello, con motivo del próximo 11 de febrero, Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia, queremos dedicar este blog a aquellas pioneras, gracias a las cuales hoy en día las mujeres podemos acceder a estudios y crear proyectos de oceanografía.

Oceanógrafas pioneras

Jeanne Baret (1740-1807)

Fue la primera mujer en dar la vuelta al mundo navegando por los océanos. Fue entre los años 1766 y 1776, mucho antes de que la oceanografía existiera como ciencia. Lo tuvo que hacer disfrazada de hombre, ya que como se ha explicado anteriormente, estaba prohibido que las mujeres embarcaran en barcos. Baret regresó a París con una recopilación de nuevas especies de plantas, concretamente un total de 5000 especies, además de algunas especies marinas.

Imagen 1: Jeanne Baret. Fuente: Historia National Geographic

Jeanne Villepreux (1794-171) 

Fue la mujer que inventó los acuarios, esta herramienta tan imprescindible hoy en día para la investigación científica marina.

Con su traslado de Francia a Sicilia recorrió la isla entera recolectando pechinas, fósiles y minerales, y escribió una guía completa sobre la historia natural y cultural de Sicilia. Gracias al invento del acuario pudo observar y estudiar el comportamiento de la fauna marina, además de repoblar peces en ríos, los cuales estaban en peligro de desaparecer. Uno de los descubrimientos más relevantes de su carrera fue que los nautilus (molusco cefalópodo) no cogen las cáscaras a otros animales sino que se construyen la suya propia. Fue la primera mujer miembro de la Academia de Ciencias de Catania y corresponsal de la Sociedad Zoológica de Londres.

Imagen 2: Jeanne Villepreux. Fuente: Página12

Maude Jane Delap (1866-1953)

Fue la séptima de diez hermanos, de los cuales sólo los hombres tenían permitido ir a la escuela. Esto no frenó su interés por la naturaleza, ella y su hermana Constance capturaban especies por la costa para analizar su comportamiento en unos acuarios hechos a mano. Fue una importante bióloga marina autodidacta, la primera en criar medusas en cautiverio para estudiar sus ciclos biológicos. 40 años después, recibió una oferta de trabajo en la Estación de Biología Marina de Plymouth, pero la tuvo que rechazar ya que su padre le prohibió marcharse de casa si no estaba casada. Maude continuó investigando la fauna y flora de la Isla de Valentia, enviando dibujos y especímenes a Dublín hasta morir.

Imagen 3: Maude Jane Delap. Fuente: Oceánicas

 

Emma Bardán (1899-1992)

Nacida en Madrid, sí le permitieron estudiar una carrera científica, un caso poco común, ya que el acceso de mujeres a la universidad era muy limitado. Estudió ciencias naturales y diferentes cursos en el Instituto Español de Oceanografía (IEO) sobre el plancton. Se especializó en química marina, estudiando parámetros como la salinidad, temperatura y densidad. En 1924 participó en su primera expedición y publicó su primer artículo científico. Después de la Guerra Civil dio un giro a sus estudios y se dedicó al estudio de la pesquería en el mar de Alborán. Fue una de las primeras mujeres en participar en el Consejo Internacional para la Exploración del Mar, con el fin de luchar por una pesca más sostenible.

Imagen 4: Emma Bardán. Fuente: Mujeres con ciencia

 

Jimena Quirós (1899-1982) 

Es considerada la primera oceanógrafa española. Fue una importante figura de la oceanografía, la política y el feminismo de la Edad de Plata de la cultura española. Trabajó en el IEO y fue la primera mujer en España en embarcar en una campaña oceanográfica. En su regreso, con solo veintidós años, se incorpora al IEO como la primera científica de la historia de la institución. Trabajó en diferentes campos de las ciencias del mar pero su especialidad era la física: estudio de las masas de agua, temperatura, corrientes… Además, estuvo muy involucrada en la lucha por la igualdad de derechos. Antes de que las mujeres pudieran votar, lideró el «Comité Femenino del Partido Republicano Radical Socialista». Con la Guerra Civil, su vida política y profesional se detuvieron, haciéndola fuera del IEO. En 1966, el gobierno franquista la indultó y pudo volver a su cargo pero como jubilada.

Imagen 5: Jimena Quirós. Fuente: Oceánicas

Anita Conti (1899-1997)

Desde pequeña hizo numerosos viajes con sus padres, y más tarde con su marido, lo que le permitió explorar los océanos, documentando y escribiendo artículos sobre el mar y la pesca. Esto le abrió las puertas a poder embarcar en campañas de grandes pesqueros para relatar el trabajo en alta mar. Desarrolló técnicas para el mapeo de zonas pesqueras y publicó varios artículos donde mostraba el impacto de la pesca industrial en los ecosistemas. Fue una gran activista para la conservación de los océanos y pionera divulgadora de los recursos limitados del mar.

Imagen 6: Anita Conti. Fuente: Frontiers

 

Ángeles Alvariño (1916-2000) 

Fue una oceanógrafa fundamental. Con treinta y dos años se incorpora como becaria al IEO, y dos años después consigue con las oposiciones una plaza como bióloga oceanógrafa en el laboratorio del IEO de Vigo, donde comienza sus estudios de zooplancton. En 1952, se va a Inglaterra para continuar estudiando y se convierte en la primera mujer científica en trabajar a bordo de un barco británico de investigación. Más tarde, se traslada a Estados Unidos, donde nunca deja de investigar y analizando muestras de plancton de todo el mundo.

Gracias a todo su trabajo, Ángeles describió 22 nuevas especies de plancton. Uno de sus estudios más relevantes fue los estudios de quetognatos, con el que demostró que se pueden emplear como indicadores de condiciones oceanográficas determinadas, siendo pionera en el análisis de bioindicadores marinos.

Imagen 7: Ángeles Alvariño. Fuente: Oceánicas

 

Josefina Castellví (1935-)

Comenzó estudiando medicina, como su padre, pero su vocación por la biología la llevó a estudiar microbiología marina en París. En 1960 empieza a estudiar en el Instituto de Investigación Pesquera de Barcelona y más tarde en el ICM. Sus primeros  años no fueron fáciles, tuvo que soportar la desigualdad de género, recibiendo comentarios como «hijita, te has equivocado, esto no es para mujeres». No todos sus compañeros eran iguales, por eso. Antoni Ballester le descubrió la pasión por la Antártida y en 1984 comenzó su primera campaña. Protagonizó varias propuestas para conseguir establecer una base española en la Antártida y en 1987 lo consiguió, siendo la primera mujer del mundo en dirigir una base antártica. También fue directora del ICM.

Imagen 8: Josefina Castellví. Fuente: Sociedad Geográfica Española

Esto es sólo una pequeña fracción del esfuerzo, la lucha y el trabajo de las mujeres en el mundo de la ciencia. La historia está llena de mujeres sin las cuales muchos de los conocimientos actuales no serían posibles. Hay que reconocer su esfuerzo por la investigación en un momento nada fácil para las mujeres y luchar para que esta sociedad sea más igualitaria, donde todas y todos tengamos las mismas oportunidades para acceder a los mismos estudios y puestos de trabajo.

 

Bibliografía