¿Cómo puede la ciencia ciudadana proteger a la posidonia en zonas no protegidas?

Descripción del proyecto
El proyecto Posidonia Activa es una iniciativa de ciencia ciudadana que se desarrolla en el fondo marino de la Costa Catalana, con el objetivo de localizar, delimitar y estudiar las praderas de Posidonia oceanica en zonas no protegidas. Esta planta marina, endémica del Mediterráneo, es clave para la biodiversidad, la protección costera, la captación de CO₂ y la calidad de las aguas.
Es un proyecto continuo, en el que cada año aumentan las zonas a estudiar, que lleva en desarrollo activo desde 2020. Busca cartografiar con precisión estos hábitats y promover su conservación mediante la participación de submarinistas y esnorquelistas voluntarios, que recogen datos sobre el estado de salud de las praderas y la biodiversidad asociada. Así, se pueden identificar las zonas de mayor valor ecológico y fomentar nuevas medidas de protección para evitar su regresión.
Imagen 1: Logo del proyecto Posidonia Activa. Fuente: Anèl·lides, serveis ambientals marins.
Necesidad del proyecto y objetivos
El proyecto nace de la urgente necesidad de documentar y proteger las praderas de fanerógamas marinas en zonas urbanas de la costa catalana, donde no existen registros precisos sobre su localización ni su estado ecológico.
Estas zonas presentan una gran biodiversidad marina, pero también una carencia importante de sensibilización ciudadana, ya que a menudo se perciben como espacios degradados o con poco valor natural. Además, las presiones urbanas, la contaminación y la intensificación de la actividad humana han puesto en riesgo estos ecosistemas, fundamentales para la salud del mar y la protección costera. Sin embargo, estudios previos como Urbamarbio han detectado más de 1000 especies marinas en estas playas urbanas, demostrando el gran valor ecológico escondido bajo las aguas. Por ello, es necesario realizar un muestreo exhaustivo, identificar las praderas existentes, y acercar la ciudadanía a su entorno marino, para fomentar su valoración y conservación.
Imagen 2: Pradera de Posidonia oceanica en la costa catalana. Fuente: Andrea Comaposada.
Es por esto que el proyecto persigue un objetivo principal de promover la ciencia ciudadana y valorar los recursos naturales litorales de Cataluña, centrándose en la localización, delimitación y estudio de las praderas de Posidonia oceanica y su biodiversidad asociada. Se busca entender los beneficios ambientales de este ecosistema endémico del Mediterráneo, así como la compleja situación que atraviesa a causa de diversas problemáticas ambientales y de presión humana.
¿Cómo desarrollamos el proyecto?
Para ello se lleva a cabo la localización precisa de las praderas de Posidonia oceanica mediante un estudio batimétrico con el uso de una sonda triple haz. Se delimita el perímetro de las praderas encontradas y se evalúa la salud de la pradera utilizando varios indicadores: densidad de haces, cobertura, longitud de hoja, longitud efectiva y entierro. Para recoger esta información, es necesaria la participación de submarinistas voluntarios, que realizan diversas tareas como fotografiar la biodiversidad asociada a las praderas (las imágenes se colgarán en la plataforma de ciencia ciudadana Minka del ICM-CSIC) y tomar muestras biológicas para evaluar el estado de salud de la pradera.
En tanto que es un proyecto de ciencia ciudadana, Posidonia Activa cuenta con la participación de diversos perfiles que contribuyen a ello:
- Los buceadores tienen un papel fundamental en la recogida de datos subacuáticos. Se trata de un colectivo formado por personas tituladas y con experiencia bajo el agua, a menudo con conocimientos previos sobre la fauna y flora marina.
- La ciudadanía en general también es un pilar central del proyecto, especialmente en lo que respecta a las acciones de sensibilización y divulgación ambiental. Forman parte de él las personas que participan en actividades como las sesiones de esnórquel o las charlas informativas, así como el alumnado de los institutos que participa, reforzando así el vínculo entre la sociedad y el conocimiento científico.
- Las administraciones públicas aportan apoyo logístico y ayudan en la comunicación y difusión del proyecto. Su implicación es clave para facilitar los permisos, coordinar con las entidades locales y asegurar que los resultados obtenidos puedan tener un impacto real en la gestión y conservación de los espacios marinos.
- Por otro lado, el equipo técnico y los colaboradores son los encargados del desarrollo práctico del proyecto. Este grupo incluye al personal responsable de la coordinación general, la realización de las jornadas formativas, el análisis de los datos recogidos y la implementación de todas las acciones previstas.
Finalmente, también participan niños y jóvenes de los centros educativos de primaria, que tendrán un papel activo a través de la propuesta de un congreso escolar. Esta iniciativa permite acercar el mundo marino a los más pequeños, fomentando su conocimiento, interés y respeto por el medio natural desde una etapa temprana.
Imagen 3: Buzo realizando una inmersión para el proyecto. Fuente: Anèl·lides, serveis ambientals marins.
Fases y resultados hasta el momento
La primera fase del proyecto se realizó en Creixell y Roda de Berà entre julio de 2020 y enero de 2021, donde se localizó una pradera de 80 ha con dos individuos de nacra (Pinna nobilis). Esta pradera se sigue monitorizando anualmente.
La segunda fase tuvo lugar en Coma-ruga y Sant Salvador durante 2021, donde se identificaron 6 zonas de Posidonia conectadas por Cymodocea nodosa y se estudió la pradera más grande (10 ha), donde se realizan los muestreos.
La tercera fase comenzó en Calafell en julio de 2022, localizando una pradera extensa pero en mal estado, iniciando un proyecto de trasplante de Posidonia mediante la recogida y cultivo de semillas en acuarios.
La cuarta fase comenzó en julio de 2023 en Cunit y Cubelles, con dos praderas de 1,53 ha y 4,54 ha, respectivamente.
La quinta fase comenzó en julio de 2024 en las costas del Garraf, en los municipios de Vilanova i la Geltrú y Sitges, con la colaboración del Centro de Estudios del Mar (CEM) de Sitges, que complementa su proyecto de seguimiento de las praderas de Posidonia en el Espacio Marino Costas del Garraf.
Y actualmente, en 2025, tenemos los permisos para empezar con la sexta fase del proyecto en Badalona.