L’acuicultura (Parte 2)

La acuicultura sigue siendo un sector de la producción creciente e importante para la alimentación. Casi el 50% de la producción de alimentos en el mundo proviene del sector acuícola. En 2030 se prevé un crecimiento de la población tan grande que la demanda de productos acuícolas estará alrededor de los 70 millones de toneladas adicionales a las actuales. En el ámbito global, la acuicultura es un mercado concentrado, donde China es el principal país productor.

Especies marinas producidas en el Sur de Europa y en el mar Mediterráneo

La dorada (Sparus aurata), la lubina (Dicentrarchus labrax) y el rodaballo (Scophthalmus maximus) son las especies de peces marinos más importantes de los países europeos meridionales. Donde hay que sumar también la corvina (Argyrosomus regius), pescado producido en varios países mediterráneos. Grecia es el principal país productor de dorada y lubina y España es uno de los principales países productores de rodaballo (se produce en la Europa atlántica).

Tipo de acuicultura

Según la especie pueden distinguirse diferentes clases de acuicultura:

Cipricultura, cultivo de ciprínidos (Carpas)
Conchicultura, cultivo de moluscos bivalvos
Miticultura, cultivo de mejillones
Ostricultura, cultivo de ostras
Piscicultura, cultivo de peces
Venericultura, cultivo de almejas

Según la densidad del cultivo, podemos diferenciar entre las diferentes clases:

Acuicultura intensiva: sistema que busca una mayor producción en el menor espacio y tiempo posible.
Acuicultura extensiva: sistema de producción donde la intervención del hombre es mínima y se aprovechan al máximo las condiciones naturales.
Acuicultura semiextensiva o semiintensiva: sistema en el que el hombre interviene en la aportación de alimento y en la adición de alevines, crías de pescado.

Según la zona de cultivo:

En el mar, en viveros, jaulas o «bateas» (En el mar, en viveros, jaulas o «bateas» (embarcaciones de fondo plano con la proa cuadrada).
En zonas intermareales, tales como salineras.

Según el ciclo de cultivo:

De ciclo completo o integral, abarca el desarrollo de todo el ciclo vital de las especies.
Ciclo parcial, comprende el desarrollo de parte del ciclo vital de las especies.

La acuicultura ecológica

A diferencia de la acuicultura convencional existe la llamada acuicultura multitròfica integrada, la cual no utiliza ni grasa ni harina de pescado, es un planteamiento respetuoso con el medio ambiente que realmente tiene en cuenta el ecosistema circundante, aunque es una parte marginal de la acuicultura mundial.

La acuicultura ecológica utiliza sistemas de limpieza del fondo de las jaulas, donde las jaulas se levantan hasta la superficie y son capaces de flotar, gracias a un cinturón de tubos con aire que lo rodean. Al fondo de estas jaulas se introducen estructuras que contienen mejillones u otros moluscos capaces de hacer de filtro, limpiando el agua de los excrementos de los peces. Incluso se encuentran jaulas donde mediante sensores infrarrojos son capaces de interrumpir la alimentación cuando detectan alimento inutilizado que se deposita en el fondo.

Ventajas de la acuicultura

Actualmente existe una demanda de pescado muy elevada de toda la población mundial, el consumo y la demanda ha crecido de manera intensa en los países industrializados y en vías de desarrollo. La acuicultura es una solución para aumentar la cantidad de peces que llegan a la población a un precio más asequible, y de esta manera la población con menos posibilidades económicas puede seguir nutriéndose de esta proteína.

Por otra parte, debido a la acuicultura se reduce la presión sobre especies que están en peligro de extinción, como son la mayoría de peces depredadores que encontramos en las piscifactorías.

También se puede comprobar la trazabilidad del pescado producido y de donde proviene con exactitud.

¿Cúales son los inconvenientes?

En el año 2009, la acuicultura mundial produjo 73 millones de toneladas de productos acuáticos (88.120 millones de euros), frente 65 millones de toneladas capturadas de la pesca para el consumo humano. Las capturas de pesca total ascendían a 88,9 millones de toneladas, pero de estos 24 millones se destinan a usos diversos, principalmente piensos (ganadería y acuicultura entre otros).

Por lo tanto la acuicultura moderna no es una respuesta a la sobrepesca. Las especies necesitan grandes cantidades de alimento para crecer, para producir 1 kg de gambas se necesitan entre 2,5 y 5 kg de pescado salvaje. En el caso del atún rojo en jaulas, en Malta, pone en peligro las poblaciones locales de caballa y sardina que se utilizan para nutrir los grandes peces depredadores. Por lo tanto la acuicultura no ayuda necesariamente a detener la sobrepesca en los océanos del mundo.

Gran parte de la acuicultura se dedica al engorde de peces carnívoros como el salmón y el atún, alimentados por sardinas, caballa o anchoas, las cuales son comestibles por el hombre y además tienen un precio mucho más bajo. Al final, se utiliza mucha más carne de pescado que la que se produce, y la presión sobre las reservas de peces no disminuye, desde este punto de vista no parece una alternativa a la pesca para los países subdesarrollados donde muy pocas personas se pueden permitir comprar salmón ahumado.

Por otro lado, los peces provenientes de la acuicultura no son de tan buena calidad como los que están en estado salvaje, tienen mayor cantidad de grasa y menos ácidos grasa omega 3, debido a que no pueden realizar el ciclo de vida como lo harían en estado libre, con sus respectivas migraciones por ejemplo.

También se ha visto que los animales que viven en las piscifactorías afectan a las especies que viven en el océano mediante parásitos, los cuales transmiten a otros individuos que pasan cerca al migrar. Debido a la gran concentración de peces que hay en las piscifactorías ya sus condiciones, los parásitos y enfermedades les resulta más fácil proliferar y por ello pueden tener enfermedades y parásitos que en estado salvaje no tendrían, siendo capaces de transmitirlas a las especies que viven en libertad.

Por tanto, todo parece apuntar a que la acuicultura ecológica es la manera más sostenible que actualmente existe para combatir la gran demanda mundial de pescado a un precio asequible. Siempre debemos intentar ir hacia una sociedad más sostenible y respetuosa con la naturaleza. Por eso nos podemos hacer responsables de averiguar la procedencia de la especie que compramos y así poder decidir qué tipo de pescado queremos comer.