¿Qué es la minería submarina?
Cuando hablamos de impactos y daños en el medio marino, a menudo pensamos en plásticos o en la sobrepesca, pero hay una amenaza menos visible que empieza a tomar fuerza desde los últimos años. A más de 200 metros de profundidad, en los fondos marinos profundos, se estudia la viabilidad de una actividad extractiva con el potencial de transformar por completo los ecosistemas más allá de nuestra vista: la minería submarina.
¿Qué es la minería submarina?
La minería submarina es la actividad de extraer y excavar depósitos minerales del fondo marino profundo (IUCN, 2020). El fondo marino profundo se sitúa a más de 200 metros de profundidad y cubre aproximadamente dos terceras partes del fondo oceánico total. Esta región, una de las más amplias y menos exploradas del planeta, desempeña un papel fundamental en el equilibrio de los ecosistemas marinos (Drazen et al., 2020). Ante el agotamiento de los recursos minerales terrestres y el incremento de la demanda de metales, la minería submarina se está considerando como una posible alternativa para abastecer materiales esenciales, especialmente para la producción de equipamientos destinados en las energías renovables (Ashford et al., 2024).
Imagen 1: Extracción de un nódulo polimetálico del fondo profundo marino con una esponja enganchada al mismo. Crédito: National Geographic, GEOMAR.
¿Qué se encuentra en las profundidades?
- Minerales. Los tres materiales principales de interés para la minería submarina son los sulfuros de las fuentes hidrotermales, las costras ricas en cobalto que cubren los montes submarinos y los nódulos polimetálicos. Por poner un ejemplo, los nódulos polimetálicos son rocas del tamaño de una patata que se forman cuando los metales disueltos en el agua precipitan y se van acumulando en capas sobre residuos sólidos marinos, como caparazones de animales o dientes de tiburón (Oceana, 2023). Todos estos materiales contienen metales como oro, níquel, manganeso o cobre, esenciales en múltiples aplicaciones actuales, desde baterías para vehículos eléctricos hasta placas solares y teléfonos móviles.
- Hábitats de profundidad. Ahora bien, los hábitats donde se encuentran estos materiales no son desiertos sin vida. Por ejemplo, los sulfuros se encuentran en fuentes hidrotermales, unos ecosistemas de alta biodiversidad que permiten que la vida prolifere a las profundidades. Igualmente, en la superficie de los montes submarinos se acumulan costras ferromanganesas, que se convierten en hábitats naturales para la vida marina bentónica, como las esponjas.
Imagen 2: Especies animales que viven en fuentes hidrotermales en las profundidades del océano. Crédito: Schmidt Ocean Institute.
¿Cuáles son los impactos de esta actividad?
La extracción de materiales de fondos marinos profundos puede alterar profundamente estos hábitats. Las herramientas de extracción empleadas rascan amplias zonas del fondo, a menudo eliminando materiales que constituyen hábitats vitales. Esta alteración de las capas superficiales, estructuras submarinas y fuentes hidrotermales puede llegar a destruir ecosistemas únicos e incluso provocar la extinción de especies todavía desconocidas.
Los impactos sobre los ecosistemas bentónicos (sobre el lecho marino) incluyen la mortalidad de organismos, la pérdida de hábitats irremplazables, la alteración en las funciones de los ecosistemas, un aumento de la toxicidad del medio y la asfixia de organismos debido al movimiento de sedimentos. Además, los organismos que habitan la columna de agua, como los que nadan libremente o flotan, pueden ver reducida su capacidad visual, la obstrucción de los aparatos filtradores, un incremento de la temperatura, o afectaciones en el oído y los procesos de ecolocalización por culpa de los ruidos y vibraciones emitidas por la maquinaria de extracción, entre otros.
Así pues, los impactos son numerosos y muchos todavía se desconocen. Muchos comportan el aumento en el riesgo de accidentes (como derrames de combustible o pérdida de equipos), así como cambios en los hábitos reproductivos y alimenticios de las especies. Fuera del ambiente marino, esta actividad plantea también problemas en lo que se refiere al uso compartido de recursos y espacios, especialmente en la distribución de permisos de explotación entre países interesados y por conflictos con la pesca comercial (Drazen et al., 2020; Oceana, 2023).
Imagen 3: Impactos de la minería submarina en los ecosistemas y hábitats marinos. Crédito: Amanda Dillon.
¿Cómo se está regulando?
Actualmente, la ISA (Autoridad Internacional de los Fondos Marinos) está elaborando el ‘Código de la Minería‘, un conjunto de normas que establecerán la regulación para la exploración y explotación del fondo marino de cara a 2025. Además, organizaciones como la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) solicitaron en 2021 una moratoria (llamada “Resolución 122”) hasta que se cumplan ciertos requisitos fundamentales, como la evaluación exhaustiva de los impactos ambientales, el establecimiento de una regulación eficaz y la implementación de estrategias para mitigar los daños en el medio marino (IUCN, 2020; Ashford et al., 2024).
Un conocimiento amplio de los ecosistemas marinos de profundidad resulta crucial para entender los servicios ecosistémicos esenciales que éstos proporcionan, como la captura de carbono o el equilibrio de las redes tróficas, con el objetivo de proteger estos valiosos tesoros ocultos (Ashford et al., 2024). Entre las medidas propuestas para la protección de estos hábitats se encuentran la reducción de la dependencia de los metales mediante la reutilización y el reciclaje, el uso de procesos más selectivos de extracción y la delimitación de áreas restringidas a la explotación ( IUCN, 2020).
Conclusión
Se prevé que la minería submarina podría iniciarse comercialmente en torno al año 2026, a pesar de ser una actividad con el potencial de causar daños irreversibles en los hábitats bentónicos y de la columna de agua (IUCN, 2020). Si esta actividad se acaba implementando, será esencial que se realice sin sacrificar la biodiversidad ni las funciones ecosistémicas que estos espacios proporcionan. Los ecosistemas de fondo marino incluyen hábitats únicos que dependen de sus estructuras naturales para sobrevivir, y todavía hoy desconocemos muchos de los potenciales impactos que podría comportar la explotación minera en este entorno.
Por eso, es fundamental impulsar la búsqueda de los ecosistemas de gran profundidad para entender mejor los hábitats que conviven con los recursos minerales. Centrar sus esfuerzos en evaluar y mitigar los impactos potenciales es imprescindible antes de considerar cualquier actividad de minería submarina en los próximos años.
Bibliografía
Ashford, O., Baines, J., Barbanell, M., & Wang, K. (2024, February 23). What we know about deep-sea mining — and what we don’t. World Resources Institute. https://www.wri.org/insights/deep-sea-mining-explained
Drazen, J. C., Smith, C. R., Gjerde, K. M., Haddock, S. H. D., Carter, G. S., Choy, C. A., Clark, M. R., Dutrieux, P., Goetze, E., Hauton, C., Hatta, M., Koslow, J. A., Leitner, A. B., Pacini, A., Perelman, J. N., Peacock, T., Sutton, T. T., Watling, L., & Yamamoto, H. (2020). Midwater ecosystems must be considered when evaluating environmental risks of deep-sea mining. Proceedings of the National Academy of Sciences, 117(27), 15452-15458. https://doi.org/10.1073/pnas.2011914117
IUCN. (2020). Coiba National Park and its Special Zone of Marine Protection. International Union for Conservation of Nature. https://www.iucn.org/es/node/33203
Oceana. (2023, julio 24). ¿Qué es la minería submarina? Oceana Chile. https://chile.oceana.org/blog/que-es-la-mineria-submarina
Weiss, S. (2022, April 1). Proposed deep-sea mining would kill animals not yet discovered. National Geographic. https://www.nationalgeographic.com/environment/article/proposed-deep-sea-mining-would-kill-animals-not-yet-discovered