¿Conoces las gorgonias?

Las gorgonias del Mediterráneo, actuaciones para su conservación.

Las gorgonias, también conocidas como “abanicos de mar”, son colonias de pólipos que se desarrollan en un resistente esqueleto formado por gorgonia, una proteína que segregan para crecer como estructura, y que les permite disponer de una mayor área para captar el plancton de lo que se alimenten. Forman parte del género de Octocorals perteneciente a la familia Gorgoniidae. Cuentan con una estructura ramificada y en forma de abanico en gran parte de las especias existentes. Su tamaño es variable, como ocurre con otras especies que se encuentran en el fondo de los océanos. En este caso concreto pueden alcanzar los 2 m de ancho y altura.

En el Mediterráneo vemos especies distintas, las más conocidas son:

 

Eunicella cavolinii

Conocida como Gorgonia amarilla, puede llegar a medir hasta 50 cm de largo y la encontramos entre 10 my 30 m en paredes verticales, aunque se han llegado a encontrar a 100 m.

Se alimentan capturando organismos planctónicos gracias a sus pólipos. Además, se reproducen mediante huevos que salen al medio marino, de ellos nacerán larvas planctónicas que irán viajando por el agua hasta que se asienten y se conviertan en adultas.

 

 

 

 

 

 

Eunicella singularis

Conocida como Gorgonia blanca, puede llegar a medir hasta 70 cm de largo. La encontramos entre 15 my 30 m en superficies rocosas o fondos de arena, aunque se han llegado a encontrar a 56 m.

Dentro de esta especie encontramos sexos separados y su reproducción se produce mediante huevos que salen al medio, de los que nacen larvas planctónicas.

Entre las diversas especies de gorgonias mediterráneas, estudios científicos han demostrado que Eunicella singularis es de las que ofrecen mayor resistencia y capacidad de regeneración frente al aumento de la temperatura del mar.

 

 

 

 

 

Eunicella verrucosa

Conocida también como Gorgonia blanca, puede llegar a medir hasta 80 cm de largo. Se puede encontrar a partir de 20 metros de profundidad hasta 200 metros.

Una de sus estrategias para alimentarse es colocarse de forma perpendicular a la corriente para poder captar mejor el alimento presente en el agua.

Según la UICN esta especie en España se encuentra en situación vulnerable, por tanto, se enfrenta a un riesgo de extinción alto.

 

 

 

 

 

Leptogorgia sarmentosa

Conocida como Gorgonia anaranjada, aunque a veces es de color amarillo, puede llegar a medir hasta 100 cm aunque suelen encontrarse de entre 20 cm y 60 cm. Normalmente viven a unos 15-30 metros de profundidad, en zonas oscuras y rocosas, aunque han llegado a encontrarse a 10 metros y hasta 250 metros de profundidad.

Encima de estas gorgonias es posible encontrar animales como el nudibranquio Tritonia nildsodhneri o el gasterópodo Neosimnia spelta, que se alimenta de sus pólipos.

 

 

 

 

 

Paramuricea clavata

Conocida como Gorgonia roja, puede llegar a medir hasta 100 cm de largo. Vive tanto en fondos rocosos, como en paredes rocosas o en cuevas. Normalmente en zonas más bien frías, desde 15-20 metros hasta 100 metros. Además, las encontramos fijadas en el sustrato y en favor de la corriente.

Para alcanzar el tamaño máximo necesitan crecer durante 10-15 años, pudiendo llegar a la edad de 20 años. Por otra parte, debido a la carencia de luz natural o artificial es probable que se vean de color violeta o grisáceo, sobre todo dentro de las cuevas. Si se sacan del agua pierden el color.

 

 

 

 

 

 

Actuaciones para su conservación en el Mediterráneo

Actualmente, dentro del territorio español se están llevando a cabo acciones para la conservación de los hábitats marinos del Mediterráneo, ya sea por la conservación de la biodiversidad, estudios de los impactos del cambio climático o de la reducción de los impactos antropogénicos. Algunos de estos proyectos se centran en concreto en la recuperación y conservación de gorgonias.

El proyecto se inició a finales de 2020 cuando llegó al grupo de investigación de ecosistemas bentónicos en un océano cambiando del ICM-CSIC un video grabado por un buceador de la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas. Ante el alto interés ecológico de los fondos dominados por gorgonias en los ecosistemas urbanos de Barcelona, buceadores voluntarios y personal científico se unieron para estudiar estos fondos y desarrollar técnicas de restauración activa. En el 2022 el proyecto contó con el respaldo de NAOS-Bioderma. En el 2023 NAOS-Bioderma volvió a apoyar el proyecto a través de Belong to Sea y también Marina92. En el 2024 apoyó el proyecto DSV a través de Belong to Sea.

 

Bibliografía