¿Por qué encontramos tantos organismos rojos en el fondo oceánico?

En las profundidades del océano es común la presencia de organismos marinos rojos, lo que se relaciona con la pérdida progresiva de luz a medida que nos adentramos. Pero, ¿qué relación mantienen estos dos factores y cuáles son las presiones ambientales que favorecen la selección natural de organismos de coloración anaranjada o rojiza en el fondo marino?
¿Cómo penetra la luz en el mar abierto?
La luz solar contiene todos los colores de nuestro espectro visible: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta. Cada uno presenta su propia longitud de onda, siendo la luz roja aquélla con la longitud de onda más larga del espectro visible y disminuyendo hasta llegar al violeta. Esta longitud de onda se relaciona con la energía, por lo que a mayor longitud de onda, menor energía presenta el color (NOAA, 2024).
La luz con menor energía, por tanto, es la roja, lo que provoca que sea prácticamente absorbida por completo en los primeros 10 metros de profundidad. El naranja y el amarillo no suelen pasar de los 30 metros, mientras que la luz verde puede filtrarse más allá de los 50 metros y la luz azul y violeta hasta los 200 metros (ICM-CSIC, 2018). A partir de esta profundidad finaliza lo que se conoce como zona fótica, la zona iluminada del mar donde se concentran los organismos fotosintéticos, y comienza la zona afótica, la zona con ausencia de luz que comprende profundidades superiores a los 1000 metros (ICM-CSIC, 2018).
Figura 1. Penetración de la luz en mar abierto y en aguas costeras de diferentes colores. Fuente: NOAA – National Oceanic and Atmospheric Administration, 2018.
¿Qué ocurre con los organismos rojos?
La coloración animal roja está basada en pigmentos que absorben y reflejan diferencialmente partes de la luz entrante en el océano. Así pues, estos mecanismos no pueden reflejar longitudes de onda que están ausentes en el espectro ambiental (Anthes et al., 2016), por lo que, a partir de los 10 metros de profundidad, los organismos rojos dejan de ser visibles, ya que no hay luz roja por reflejar. La pigmentación que aparece roja en superficie será oscura en profundidad.
Esto hace que algunos peces y braquiópodos sean prácticamente invisibles a los ojos de sus depredadores porque su color rojizo se percibe como negro, gris o transparente, de tal forma que actúa como un mecanismo de camuflaje reduciendo el riesgo a ser detectados y depredados (Shiino & Kitazawa, 2012). Por tanto, esta coloración roja en los organismos supone una ventaja selectiva, especialmente en profundidad, frente a unas coloraciones más frías.
Figura 2. Representación visual de cómo los organismos rojos en superficie, aparecen como grises o negros en profundidad. Fuente: NOAA – National Oceanic and Atmospheric Administration, 2018.
El caso de Laqueus rubellus
Un buen ejemplo es el braquiópodo Laqueus rubellus, del orden de los Terebratulida, un organismo bentónico que habita entre los 42 y los 552 metros de profundidad, con una distribución concentrada en el noroeste del Pacífico, especialmente en las costas de Japón. cáscara de un rojo intenso bajo luz visible, mientras que ésta se muestra tan oscura como las rocas y bioclastos de su entorno bajo luz infrarroja (Shiino & Kitazawa, 2012).
Teniendo en cuenta que los ojos funcionales de macrodepredadores como peces y calamares están especializados en detectar la luz azul-verde en el espectro visible, este braquiópodo evita ser detectado por parte de los depredadores que habitan la zona sublitoral del fondo. detección óptica de los depredadores ha mejorado (Shiino & Kitazawa, 2012).
Figura 3. Fotografías de organismos bentónicos bajo luz visible (a) e infrarroja (b). Todos los organismos tienen una tonalidad rojiza bajo luz natural, mientras que difieren en brillo bajo luz infrarroja. rb: Laqueus rubellus, op: ophiuroids, pe: Cryptopecten vesiculosus, ne: Nemocardium samarangae. Fuente: Shiino & Kitazawa, 2012.
Este mismo mecanismo de camuflaje también se repite en otros animales abisales, como algunos peces, gambas o cefalópodos, que han encontrado en el rojo a un aliado perfecto para desaparecer en la oscuridad.
¿Cómo de eficaz es esta estrategia?
Una coloración roja en las profundidades del océano puede contribuir como estrategia de camuflaje, pero su éxito dependerá de diversos factores como el fondo, la iluminación y la biología visual de los depredadores involucrados en la interacción depredador-presa. Así pues, la eficacia de este camuflaje viene determinada principalmente por el sistema visual de la especie observadora, por lo que es necesario tener en consideración la importancia de la visión de los observadores naturales a la hora de continuar estudiando estos mecanismos de camuflaje (John et al., 2023).
Bibliografía
NOAA Ocean Exploration (2024). Student Investigation: The Science of light and color in the Deep Ocean. https://oceanexplorer.noaa.gov/edu/themes/bioluminescence/lessons/light-and-color.html
ICM-CSIC (2018). El mar a fondo. Guía didàctica. Ministerio Para La Transición Ecológica Y El Reto Demográfico. https://elmarafons.icm.csic.es/wp-content/uploads/2018-luz-en-el-mar_red.pdf
Anthes, N., Theobald, J., Gerlach, T., Meadows, M. G., & Michiels, N. K. (2016). Diversity and ecological correlates of red fluorescence in marine fishes. Frontiers in Ecology and Evolution, 4. https://doi.org/10.3389/fevo.2016.00126
Shiino, Yuta & Kitazawa, Kota. (2012). Stealth Effect of Red Shell in Laqueus rubellus (Brachiopoda, Terebratulida) on the Sea Bottom: An Evolutionary Insight into the Prey-Predator Interaction. ISRN Zoology. 2012. 10.5402/2012/692517.
https://www.researchgate.net/publication/258404106_Stealth_Effect_of_Red_Shell_in_Laqueus_rubel
John, Leonie & Santon, Matteo & Michiels, Nico. (2023). Scorpionfish rapidly change colour in response to their background. Frontiers in zoology. 20. 10. 10.1186/s12983-023-00488-x.